lunes, abril 9

Avanzando hacia un Límite


Francis Bacón dijo: “el conocimiento científico solamente tendrá sentido si asume que tiene como objeto transformar el mundo”. Los descubrimientos técnicos como la pólvora, la imprenta y la brújula, fueron el inicio de una época que avanzaba aceleradamente.
La era industrial, donde la meta del mundo era el progreso. El progreso tenia el ideal de riquezas y comodidades para todos. Basada en la producción ilimitada, en la libertad personal sin amenazas y en la felicidad absoluta. Fue esa felicidad sin restricciones -que tenía psicológicamente como concepto una suma de un hedonismo exagerado, consumismo inmoderado unido al egotismo personal de desarrollo de status- que nos llevo a romper con la ética, la naturaleza y nos están llevando al caos mundial.
La mayoría de los que pasamos por el colegio en los años 90, recibimos una información algo idealista-futurista acerca de lo que nos esperaba. Un mundo lleno de computadores personales, una gran red de comunicaciones y teleoperaciones, una sociedad mecanizada donde podríamos descansar más y vivir cómodamente con una economía estable, hasta el punto de trabajar desde nuestro hogar así como también estudiar. Un sueño mágico lleno de esperanza, prosperidad y felicidad sin restricciones, llamada Era de la Información.
Y no paso mucho para que estemos pisando ese futuro, que si es bien cierto, nos ha traído cierto tipo de facilidades de comunicación y un estilo de vida diferente, también nos ha traído problemas graves para países subdesarrollados como en el que vivimos, y contrariamente a lo esperado hemos contraído males como el desempleo, la agudización de problemas sociales y la destrucción de la naturaleza.
Ese llamado progreso económico esta simplemente localizado en las grandes potencias, los países que luchan hace años por el desarrollo y compiten por quien tiene la mejor tecnología, mientras que los países pobres, o endulzados con el nombre de “en vías de desarrollo” siguen empobreciéndose y siendo simplemente utilizados como proveedores de materia prima.
La gente que antes soñaba que la tecnología les daría libertad y serian independientes de sus actos si la obtenían, no abren los ojos ante la realidad: sus sentimientos y actitudes andan manipuladas por el gobierno, las grandes industrias y los medios de comunicación (como la publicidad), haciendo ricos a otros y volviéndose en una masa conjunta maleable en beneficios de pocos (la burocracia).
El progreso y la tecnología, ambos de la mano como un paradigma mundial, transformando al ser humano, en un ser consumista, con la excusa de la satisfacción de necesidades que en la mayoría de casos, llega a ser un abuso han traído como consecuencia una ansiedad en la sociedad, provocando hasta depresión y estrés por saciar estas necesidades de consumo.
Y al haber un abuso de consumo y de explotación de materias primas, han arrasado con la naturaleza, trayendo una suma de peligros ecológicos y ambientales como la contaminación del suelo, el mar y la tierra, la deforestación, la extinción de seres vivos, etc., así como también las guerras nucleares, que se predice apocalípticamente que serán nuestra destrucción total.
¿Retroceder? ¿Desaparecer la tecnología? Imposible. El mundo “avanza hacia delante”. Además, porqué echarle la culpa a la tecnología si en verdad el gran problema no está en ella. El gran problema está en quien la maneja. En los humanos. La única solución está en redireccionar a la tecnología, teniendo como principal ideal una revaloración de la naturaleza y el ser humano dentro de ella.
Nos hemos vuelto seres dependientes de aparatos electrónicos. Sería imposible en funcionamiento de una empresa sin una computadora y mas aun, sin la Internet. Los jóvenes vivimos encandilados con todo tipo de aparatos (como las PC y los celulares) y si no tenemos al menos uno de ellos, nuestra existencia sobre este planeta se vuelve hasta un punto extremo, demasiado invivible.
No podemos permanecer tranquilos e inconcientes a esta situación, nosotros somos parte del mundo. Pareciera que la gente esta convencida de que prefiere un cataclismo que hacer un sacrificio hoy.
Como universitarios no podemos actuar así. No podemos dejar de lado uno de nuestro principales instintos, el de conservación. No nos podrá escasear la imaginación para poder plantear soluciones realistas e innovadoras para manejar este problema. El propósito universitario no es el de crear “profesionales de éxito” sino mas bien personas mas justas y orientadas al bien social. Es así como emprenderemos un cambio radical en nuestro sistema social y combinar la tecnología y el progreso con la ética y metas conjuntas. Luchar por nuestros derechos, nuestro futuro y el futuro de los que vienen con lo que sabemos y con lo que hacemos será esa meta conjunta.
Julio Flores
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